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Cómo obtener Grandeza

Estamos en una época en que “ser grande” implica acumular victorias y atesorar resultados. Sus indicadores de medición están actualmente relacionados con el éxito y la superación.

Muchos modelos sociales proponen que para ser un ganador, primero debes ir derrotando a los adversarios que se te presenten. Por ejemplo, en los deportes gana el que logra superar a su contrincante. El campeón del mundo es el que gana a su adversario. El presidente es el que obtiene más votos y derrota a otro candidato. O sea, gana el que logra derrotar o superar a otro.

Poco a poco, este paradigma va instalándose cada vez en más ámbitos de la vida: en la escuela, sale mejor alumno el que mejor puntaje acumulado obtiene. En el trabajo, sale mejor empleado del mes el que muestra mejor rendimiento ante los demás. Entre las empresas, gana la que mejor ventas o mejores resultados obtienen. En síntesis, pareciera que estamos en un tiempo en que solo se es grande si superas a otros.

De repente no nos damos cuenta de que el mundo nos está enseñando a creer en un solo y único modelo de Victoria. Lo penoso de este paradigma es que hace que mucha gente viva compitiendo con los demás, que gaste energía, recursos y tiempo de vida (qué no se recupera) intentando superar a otros. La cadena de ejemplos puede extenderse a varios ámbitos: religión, política, economía, cultura, etc.

Sin embargo, qué pasaría si enseñáramos en las escuelas, universidades, iglesias y otros espacios, que también existen modelos de Victoria colectiva, donde ganamos todos y gane también el bien común? 

Hoy, más que nunca, necesitamos aprender un modelo de Victoria donde gane la ciudadanía, la comunidad, el barrio, las familias. Es hora de romper el yugo impuesto del egoísmo y comenzar a desear la victoria de otros, de todos.

SOLO SE ES VERDADERAMENTE GRANDE CUANDO LUCHAMOS POR SUPERARNOS A NOSOTROS MISMOS. La verdadera grandeza está entonces en romper con nuestra mezquindad para así realmente apuntar al crecimiento personal, espiritual y profesional. Ser grande no significa superar a otros, ser grande implica superarse continuamente a UNO MISMO.

Te invito a que día a día trabajes por superarte y ser mejor por dentro.

Aristóteles Fernández